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La nueva normalidad implicará una nueva forma de trabajo y ningún sector se va a escapar de este cambio, mucho menos la construcción. Es por ello que para volver a levantarse y funcionar como funcionaba antes de la actual situación se van a tener que aplicar muchas medidas y cambios, tal y como comentó el profesor de la universidad de Pretoria, el Dr. Giel Bekker.

«Siendo optimista, creo que la industria de la construcción se recuperará más rápido de lo que esperamos, debido a una renovada conciencia de su capacidad de preservación y creación de empleo.» Señalaba el profesor, aunque también mencionaba la importancia de recibir inversiones tanto del sector público como del privado.

Al igual que advierte sobre las necesidades de inversión, Bekker también señala la importancia de que las empresas de construcción aumenten su productividad, ya que ahora están en el 60-70% y no es sostenible. Para ello se debe mirar el control de procesos y de inventarios. «Se dispone de varias plataformas en línea para gestionar la entrega de material al sitio e incluso la movilización a pedido de plantas y equipos. En los últimos dos años se han creado más de 1.000 empresas de tecnología de la construcción, centradas en diversas aplicaciones para mejorar la gestión de la construcción.» Señala Bekker.

La importancia de revalorizar la construcción

«No necesitamos reinventar la rueda – hay muchas herramientas, técnicas y buenas prácticas que pueden ser exploradas, personalizadas y aplicadas en el lugar de trabajo.» Con estas palabras Bekker apuntaba que para buscar el avance del sector es necesario cambiar todos los métodos, pero si aprovechar las oportunidades que se presentan para innovar.

Los peligros del sector

Uno de los grandes peligros es que pese a tener una baja demanda las empresas del sector se sobreextiendan y se comprometan a realizar trabajos en plazos que no podrán cumplir. Es por ello, que el Dr. Giel Bekker considera necesaria una colaboración en el sector que no implique competencia entre ellos. «Aprendiendo del Instituto de la Industria de la Construcción, hay espacio para que las empresas y organizaciones entierren el hacha de guerra de la competencia y se comprometan con los desafíos comunes y las mejores prácticas. Esto podría incluir proyectos de investigación centrados y la redacción de estudios de casos sobre proyectos terminados para el aprendizaje futuro.»

De acuerdo con Patricio Domínguez, director para el sector industrial de Newmark Knight Frank (NKF) los bienes raíces en México vienen arrastrando tiempos complejos que se dieron con el cambio de administración y la actual situación, que han afectado a ciertos sectores y corredores industriales.

Sectores como el automotriz, manufactura, maquila y retail han sido los que han registrado el mayor impacto de las actuales circunstancias, por lo que se estima, tomará un año en recuperarse. Sin embargo, destaca que a pesar de los escenarios poco favorecedores, se mantiene el optimismo con respecto a las operaciones del sector logístico y el comercio electrónico.

Hasta el primer trimestre del presente año, el mercado industrial registró una contracción en la demanda de naves industriales y por ende un aumento en la disponibilidad con 700 mil m², teniendo una tasa de disponibilidad del 6.1 por ciento.

Este año la toma de decisiones son conservadoras y algunos proyectos están en espera de conocer la reanudación de actividades. En 2019 se registró la demanda de 700 mil m² colocados en arrendamiento y en compra-venta en la ZMCM y venían de 5-7 años anteriores con niveles récord por arriba del millón o millón y medio de m². Este año en los primeros cinco meses hay 200 mil m² colocados, lo que muestra una desaceleración que llevará a casi 500 mil m² al cierre de 2020. Un año bajo para los récords que se tenían y tomará entre 9 y 12 meses recuperarse”, señaló Patricio Domínguez.

No obstante, el mercado inmobiliario industrial de la Ciudad de México y su zona metropolitana (ZMCM) ha presentado signos positivos, ya que las ventas por los canales digitales ha incrementado en el último par de meses, ya que tres de cada 10 pymes han implementado una estrategia de operaciones virtuales.

Asimismo, agregó que la ZMCM está conformada en un 90% por empresas de logística y distribución, con un inventario de naves industriales clase A de seis millones de metros cuadrados.

El directivo destacó que los corredores CTT (Cuautitlán-Tultitlán-Tepotzotlán) y Toluca son los que seguirán con una mayor actividad, con casi 500 mil m² de edificación de parques y en la Ciudad de México están planeados para este año, más de 600 mil m² en parques industriales. Aunque se prevé que debido a la actual incertidumbre y la baja actividad, para finales del 2020 se incrementará la tasa de disponibilidad entre 8-9%; números que no se veían desde 2011-2012.

De igual forma apuntó que los retos para lo que resta del año y el siguiente estarán en los precios de arrendamiento de naves industriales donde desarrolladores e inquilinos tendrán que establecer estrategias de precios para que no se vean afectados por las fluctuaciones del tipo de cambio, así como por la escasez de tierra, por lo que muchos inversionistas están apostando por adquirir espacios en el norte del país.

La crisis del Covid-19 ha abierto un periodo de reflexión sobre las carencias que existen actualmente en las viviendas, o de cómo los espacios de uso laboral o público (restaurantes, hospitales, comercios, etc.) deberán adaptarse a los requerimientos de las instituciones sanitarias. Para ello, expertos del sector de la construcción, arquitectura o diseño de interiores han empezado a poner en valor la importancia de los espacios abiertos y flexibles, la buena orientación, la calidad de los materiales y productos de construcción, el confort interior o las nuevas tecnologías.

Organizaciones como el CSCAE (Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España) ya están ofreciendo a través de su Observatorio 2030, del que Sto también forma parte, su visión sobre cómo tienen que readaptarse las ciudades y los entornos para estar en línea con las nuevas formas de trabajar, relacionarse, comunicarse o desarrollar actividades. Todo ello, en aras de mejorar la vida de las personas y estar preparados frente a acontecimientos excepcionales como el Covid-19.

-Las pinturas resistentes a técnicas de desinfección, más importantes que nunca. Las técnicas de desinfección son la vía principal para combatir los coronavirus. El problema es que dañan profundamente la superficie de paredes y techos, y acaba deteriorando su apariencia. Por ello, la solución está en el uso de pinturas resistentes en hospitales, restaurantes, residencias o comercios, que eviten el deterioro de superficies y paredes, y mantengan su buen aspecto.

-Mayor preocupación por la eficiencia energética mediante la instalación de soluciones como el aislamiento térmico. Estos dos meses también han alterado el consumo energético del hogar. De hecho, la OCU ha advertido de que se ha producido un incremento del 28% en la factura, lo que ha ratificado el papel clave de un buen aislamiento térmico, la instalación de electrodomésticos de bajo consumo, soluciones inteligentes de ahorro de energía o aireadores de grifos y duchas… Quizá el Covid-19 sea el origen del repunte de la rehabilitación energética en la edificación existente.

-El confort interior dará mayor importancia a estándares constructivos como el Passivhaus. Gracias al confinamiento, se ha potenciado la importancia de contar con espacios interiores saludables y confortables en cuanto a temperatura, humedad, concentraciones de CO2 y otros patógenos y contaminantes. Por este motivo, estándares de construcción como el Passivhaus, que utiliza altos niveles de aislamiento térmico, cuida su diseño y ejecución eliminando los puentes térmicos, de gran hermeticidad, con recuperación mecánica de calor gracias a la ventilación controlada y que incluyen carpinterías de altas prestaciones térmicas (triple acristalamiento, bajas transmitancias y correcta instalación), tomarán mayor protagonismo.

-Oficinas: “cámaras de trabajo”. Dado que las medidas de distanciamiento y de higiene serán, a partir de ahora, fundamentales para prevenir futuros contagios, se está barajando la posibilidad de apostar por espacios de oficina que permitan un equilibrio entre la concentración aislada y la colaboración productiva y significativa. No obstante, debido a la proliferación del teletrabajo, muchas empresas también comenzarán a demandar espacios donde las zonas de reuniones tengan mayor prioridad que el establecimiento de puestos de trabajo individuales.

-Hospitales con construcciones flexibles y elásticas. Hemos sido testigos de la viabilidad de construir en pocos días edificaciones para uso hospitalario. Esto ha creado un claro precedente y, a partir de ahora, la flexibilidad y la elasticidad será una de las máximas a la hora de crear emplazamientos sanitarios, con el objetivo de que los espacios puedan reaccionar adecuadamente y ser rápidamente transformados o ampliados.

-Aislamiento acústico en viviendas y acondicionamiento acústico en locales abiertos al público. El problema del ruido como uno de los principales enemigos del confort interior ha quedado evidenciado durante los días de confinamiento. Solucionar este handicap pasará por un incremento de la instalación de sistemas de aislamiento acústico en el hogar, a fin de evitar la entrada de ruidos del exterior o de las viviendas colindantes. En espacios públicos como restaurantes o museos, también crecerá el interés por la instalación de soluciones de acondicionamiento acústico. Gracias a la instalación de elementos fonoabsorbentes se controlará la reverberación del sonido y se reducirá sustancialmente el nivel de ruido de los espacios así como la inteligibilidad de los mismos.

-La tecnología al servicio de las medidas de higiene. Algunas de las medidas higiénicas que se han impuesto seguirán durante un tiempo, lo que se llevará por delante todos aquellos pomos, manillas o mecanismos de apertura que no permitan su uso automático. Esto favorecerá la proliferación de diferentes tipos de tecnologías o componentes que eviten el contacto con superficies (puertas automáticas, ascensores activados por voz, interruptores con manos libres…) y aquellas que permitan la autolimpieza regular.

-Diseño interior centrado en la terapia del color y en la eliminación de contaminantes. Los meses de cuarentena en casa han demostrado la enorme importancia que tienen las viviendas para el estado anímico. Por ello, resurgirá la tendencia de buscar la serenidad en hogar a través de los tonos cálidos, marrones, verdes suaves o blancos, así como de conseguir una vivienda que inspire positividad y alegría a través de colores alegres en las telas y objetos. Por otro lado, habrá una corriente que se inclinará por la limpieza, de ahí que se apueste, así mismo, por el uso de textiles o complementos naturales, por ser hipoalergénicos y antibacterianos, y también por la aplicación de pinturas con capacidad para eliminar sustancias nocivas del ambiente.

-Nuevas necesidades habitacionales a la hora de buscar un nuevo inmueble. De la noche a la mañana, las viviendas se han convertido en hogares, lugares de trabajo, colegios o zonas de ocio. Esto ha dado pie a que la sociedad se haya percatado de que vive en espacios poco flexibles y con ciertas carencias habitacionales. Por ello, todos aquellos que estén pensando en adquirir, construir o cambiar de inmueble, incorporarán ahora en su decisión criterios hasta ahora menos importantes, como la posibilidad de disponer de espacios exteriores (jardín, balcón, terraza, etc.), una buena orientación, mayor sensación de espacio y versatilidad, zona para trabajar…

La construcción con madera se remonta al período del Neolítico, o incluso antes, momento en que el ser humano comenzó a utilizar troncos para construir refugios y pequeñas chozas. El surgimiento de los primeras herramientas de piedra pulimentada (frotadas unas contra otras), como cuchillos y hachas, hicieron que su manejo fuese más eficiente y preciso, aumentando el grosor de sus secciones y su resistencia. Con el pasar de las décadas, la apariencia rústica de las primeras construcciones fue haciéndose cada vez más ortogonal y limpia, en respuesta a la estandarización, la producción en masa y el surgimiento de nuevos estilos y estéticas.

Hoy nos encontramos en un emocionante momento de florecimiento y evolución de la madera. Nutrida y fortalecida por avances tecnológicos, nuevos sistemas de prefabricación, y una serie de procesos que aumentan su sostenibilidad, seguridad y eficiencia, la madera está comenzando a colonizar los skylines de las ciudades y a su vez, está reconectando nuestros espacios interiores con lo natural a través de su calidez, textura y belleza. ¿Por donde nos llevará este camino? Revisemos 7 tendencias que sugieren una dirección.

1. Nuevas herramientas: Agilizando los procesos de diseño y construcción

Los avances tecnológicos están cambiando las reglas del juego, y continuarán ampliando las posibilidades de los materiales tradicionales durante los próximos años. Herramientas y metodologías como BIM, la Realidad Virtual, y la modelación e impresión 3D, han comenzado a desdibujar la frontera entre el diseño y la construcción, y actualmente se interlazan en un sólo gran proceso de concepción y desarrollo de los nuevos edificios.

Por ejemplo, durante su participación en el proyecto UBC Tallwood House at Brock Commons, diseñado por Acton Ostry Architects & Hermann Kaufmann Architekten, el trabajo en conjunto de las especialidades —arquitectura, ingeniería estructural, ingeniería MEP, contratistas, consultores, proveedores, entre otros— fue facilitado por la coordinación BIM y el uso de tecnologías proporcionadas por CadMakers, discutiendo, aprobando y agilizando el proceso a través de la revisión de modelos en tres dimensiones del inédito edificio.

2. Tecnología de punta: Fabricación milimétrica, sistemas modulares y nuevos materiales

Nuevas tecnologías y sistemas están transformando el oficio tradicional de los carpinteros, reemplazando sus herramientas y procesos artesanales por innovadoras maquinarias y métodos de ensamblaje. Las máquinas de control numérico (CNC), por ejemplo, permiten mecanizar vigas y paneles, además de generar componentes a medida. Son operadas mediante comandos computacionales y permiten cortar, fresar y grabar piezas de madera con un alto nivel de precisión, a través de ejes de coordenadas. Estas piezas, luego, pueden unirse efectivamente a través de conectores estructurales, anclajes y sistemas de fijación.

La rapidez y eficiencia de la construcción con piezas prefabricadas y modulares, de dimensiones exactas, se han visto potenciadas por el surgimiento (o evolución) de atractivos materiales, bajo el concepto general de Mass Timber. Entre los más utilizados encontramos los sistemas Cross-Laminated Timber (CLT), Glued-Laminated Timber (Glulam), Nail-Laminated Timber (NLT), y Dowel Laminated Timber (DLT), además de otras interesantes innovaciones como la tecnología Timber-Concrete Composite (TCC) o los Paneles LVL. Todos estos avances permiten ensamblar edificios a modo de un kit de piezas, fácil y rápidamente, aumentando la precisión y reduciendo drásticamente los errores, la mano de obra, el tiempo de trabajo y los costos extras.

3. Nuevos modelos de negocio: Integrando el ciclo de vida del proyecto en un sólo proceso

La integración total del diseño, la ingeniería, los materiales y la construcción –y las nuevas tecnologías que los impulsan de forma más eficiente que nunca–, han provocado el surgimiento de nuevos modelos de negocio, como el servicio End-to-End New Build entregado por Katerra.

Enfocado en desarrolladores, la compañía asume la responsabilidad de todo el ciclo de vida del proyecto, aumentando su velocidad y eficiencia al estandarizar elementos altamente repetibles, aprovechando la prefabricación de componentes, y utilizando kits configurables y mecanismos pre-instalados.

4. Cambios en los códigos de construcción: Rompiendo mitos y ampliando posibilidades

Importantes cambios en relación a la madera se realizaron en el Código Internacional de Construcción (International Building Code - IBC), entrando en vigencia en 2021. Estos incluyen tres nuevos tipos de construcción: edificios de máximo 18 pisos, con elementos de madera maciza cubiertos con yeso (Tipo IV-A), edificios de máximo 12 pisos, con paredes y techos de madera de masa expuesta limitada (Tipo IV-B), y edificios de máximo 9 pisos, con madera maciza expuesta resistente al fuego de 2 horas (Tipo IV-C).

Todos estos cambios, con miras a la actualización del año 2021, se basan en estudios y testeos rigurosos, además de procesos de consulta integral realizados por un comité formado por especialistas en códigos de construcción, arquitectos, ingenieros estructurales y expertos en protección contra incendios. El próximo paso: unificar los códigos regionales de construcción dentro de los Estados Unidos.

5. Políticas de acción climática: Gobiernos impulsan la utilización de la madera

Las preocupaciones globales por mitigar el cambio climático, han impulsado a algunas ciudades y gobiernos a considerar las emisiones incorporadas de los materiales que utilizamos para construir sus edificios, haciendo referencia a la suma de toda la energía requerida para extraer, procesar, fabricar, transportar, construir y mantener cada material. Con esto en mente, la madera aparece como una opción atractiva, ya que, según muchos estudios, puede alcanzar menos emisiones incorporadas y operativas que el concreto y al acero. Además, la prefabricación de componentes en madera con una alta precisión puede ofrecer envolventes altamente eficientes, mejorando el aislamiento, ahorrando en calefacción y refrigeración, y minimizando los puentes térmicos.

La ciudad de Vancouver, por ejemplo, está buscando limitar las emisiones incorporadas en la construcción de nuevos edificios, incluyéndolas en el plan estratégico Greenest City 2020. En el futuro cercano, todos los desarrolladores deberán reportar el nivel de emisiones incorporadas en los materiales elegidos, con el objetivo de -reducir en un 40% el carbono incorporado en los nuevos edificios y proyectos, entre hoy y el año 2030-.

6. Diseño Biofílico: Reconectando a los seres humanos con lo natural

La utilización de la madera en espacios interiores puede ser una de las formas más directas de motivar una 'conexión' entre las personas y lo natural, especialmente en su estado más rústico y texturizado. Como hemos descrito anteriormente, el diseño biofílico busca mejorar el bienestar de los seres humanos a través del contacto directo con la naturaleza y las formas orgánicas, evitando las líneas rectas y los espacios 'asépticos'. Según Nikos A. Salingaros y Michael W. Mehaffy, -Buscamos legibilidad y significado en nuestro ambiente, y somos repelidos por los ambientes que no nos entregan significado-. Así, las vetas y los tonos variables de las piezas de madera pueden integrarse con plantas de interior, muros vivos, colores y otros materiales en bruto, potenciando el espacio diseñado con la ventilación y la iluminación adecuadas.

El diseño biofílico no sólo está siendo utilizado en viviendas, sino especialmente en espacios educacionales, hospitalarios o de oficina, mejorando así la experiencia cotidiana de las personas en sus lugares de aprendizaje, sanación y trabajo, reduciendo los niveles de estrés y fomentando el confort general.

7. Investigaciones en curso permitirán aumentar su seguridad y rendimiento

El diseño de estructuras de madera cada vez más altas continuará impulsando el desarrollo de investigaciones y experimentos que mejorarán la precisión de las respuestas de emergencia, desarrollando códigos de construcción más completos alrededor de todo el mundo.