¡Llámanos!

El 2019 fue un año de una desaceleración y freno en muchos proyectos, lo cual mantuvo nerviosas a muchas empresas del sector inmobiliario. Sabemos que ya en Ciudad de México, el mes pasado, se destrabaron casi 30 permisos que estaban frenados desde hacía un año. Todavía quedan revisiones, pero esta primera tanda de autorizaciones ha dado un pequeño respiro al medio.

La república mexicana es muy diversa y compleja en cuanto a economía y proyectos. Por esta razón, el noreste de México trae un ejercicio inmobiliario muy activo, me refiero a Nuevo León principalmente, donde la inversión en proyectos industriales y residenciales están moviendo al mercado. El norte sigue teniendo fortaleza con proyectos industriales, y el noroeste está muy parecido a lo que sucede al noreste, al que habría que anexarle el sector de turismo, ya que con Baja California y Baja California Sur y las zonas vitivinicultoras se da un movimiento muy especial.

El centro del país ha sido más cauteloso: Querétaro, León y Puebla son zonas altamente comerciales e industriales, pero ahí se dejaron llevar por la inercia de lo que estaba pasando en la Ciudad de México. El tema residencial había sido una fortaleza en esas zonas, ya que mucha gente de la capital ha migrado a esos estados, pero en los últimos meses han presentado un freno en compra-venta de inmuebles.

El sur siempre ha estado muy olvidado y frenado, salvo algunos proyectos municipales o estatales que han sacado adelante el medio de la construcción, En menor escala han surgido proyectos hoteleros tipo ´boutique´ que han atraído a inversionistas extranjeros, pero es lo menos. El sureste o zona de la península no ha parado al igual que el norte del país. Es una de las zonas donde los proyectos inmobiliarios están al alza en los sectores de vivienda, corporativo y hotelero. Aquí las inversiones extranjeras no dejan de llegar, ya que ven este polo como un catalizador de conexiones no solo con México si no con América del Norte y del Sur.

Esta semana el presidente de México -soltó- un paquete de inversiones a nivel nacional que, aunque se sabe son pocos proyectos y muy específicos, se espera que puedan comenzar a mover la rueda económica del 2020. Fue interesante ver a Carlos Slim ahí en la sesión, como parte representante del sector privado de México, porque da confianza a que no se está bloqueando a la otra parte de la economía nacional. Esa señal es la que imperará todo el próximo año, un sector privado que -moverá- el medio de la construcción e inmobiliario. Esto causa nerviosismo en mucha gente, pero tal vez pueda ser ya la hora en la que el sector privado empuje y dinamice de cierta manera al sector público. No todo debe caer en el sector público, hay muchos casos donde hasta van de la mano para reactivar proyectos que años atrás no se movían. Así es que la constante para este 2020 será el cambio, la apertura, las ganas de querer apostar por México y dar oportunidad a los proyectos; ya que con eso estamos ayudando al medio de la construcción y de la propia economía.

El mercado inmobiliario industrial de la Ciudad de México registró un incremento en sus niveles de construcción de 34% al cierre del cuarto trimestre de 2019, en comparación con cifras del trimestre anterior, con lo que alcanzó los 371,800 metros cuadrados (m²), concentrados casi la totalidad en proyectos Clase A.

Datos proporcionados por la plataforma de análisis de mercado, Solili, señalan que al 4t19, este mercado alcanzó un crecimiento de inventario durante el 2019 de 559,000 m², motivado principalmente por el apetito de nuevos inversionistas.

«La llegada de nuevos desarrolladores a la ciudad, a través de la construcción de nuevos complejos especulativos, originará una mayor diversificación en la oferta y generará mayor competencia entre los desarrolladores actuales que cuentan con presencia en la ciudad», detallan.

Solili detalla que la vacancia se mantuvo en niveles sanos, aunque supera los 490,000 m², ubicándose la mínima en Tultitlán con 0.8% y la máxima en Tepotzotlán con 6.4 por ciento.

En tanto, los precios de renta promedio que han venido incrementándose en los últimos dos trimestres cierran este último período del 2019 en $5.59 USD/m²/mes.

La absorción neta fue de 83,700 m², mientras que la absorción bruta, es decir, la actividad de arrendamiento total del mercado fue de 226,000 m², impulsada por prearrendamientos.

En general, explica la firma, el inventario industrial de la capital tuvo un incremento del 5.2% durante 2019, una construcción con tendencia a la baja pero con nuevos desarrollos trimestre a trimestre.

A diferencia de otros activos inmobiliarios como el de oficinas y retail, el sector industrial de la Ciudad de México y área metropolitana ha logrado convertirse en uno de los mercados más sanos en el primer semestre del año, con incrementos en el inventario y bajas en las tasas de disponibilidad, lo que habla de una buena ocupación, incluso de mayor mayor demanda.

José Carlos Alemán CEO de SiiLA dijo a Centro Urbano que este sector, en particular en el centro del país, es muy atractivo ya que sus contratos, deuda, tasas e ingresos, son dolarizados, lo cual reduce muchos riesgos y genera importantes retornos de inversión.

«Hay un comportamiento del sector industrial, contra los activos comerciales más importantes como oficinas y retail, que está llamando la atención de los diferentes jugadores en el mercado, principalmente inversionistas.

«El sector está llamando el apetito de los inversionistas, particularmente en la Ciudad de México es un hub interesante porque la industria que más ocupa en términos de inquilinos es la de Logística y Transporte, y esto porque naturalmente la Ciudad de México demanda muchísimos servicios a términos de entrega», detalló el directivo.

Cifras de la plataforma inmobiliaria señalan que actualmente el inventario industrial de la Ciudad de México es de 9.3 millones de metros cuadrados de espacios industriales, con un crecimiento promedio sostenido de 1.5%, entre el 1T y el 2T de 2019.

El 1T de 2019 registró un área bruta rentable de 339,000 metros cuadrados y pasó a 341,000 en términos de disponibilidad al 2T, con una absorción neta positiva de alrededor de 37,000 metro cuadrados, trimestre vs trimestre.

«Los grandes jugadores como Fibras, están teniendo mucha demanda en términos de desarrollos, es un sector que no es especulativo. A diferencia del de oficinas en medio de la ciudad, termina siendo relativamente más barato», añadió.

El especialista señaló que el mercado electrónico ha jugado un papel preponderante en la demanda de espacios industriales logísticos, ya que muchas de las empresas que llegan a instalarse a esta zona buscan estar dentro de la llamada «última milla», a diferencia de mercados como el de Monterrey o el Bajío.

«Está ganando muchísimo terreno, la industria está creciendo 20% en los últimos años, creemos que va a seguir esa tendencia por lo menos en Ciudad de México, creemos que van a cobrar importancia, este tipo de naves empiezan a tener mayor demanda», añadió.

Principales drivers

En la Ciudad de México, las principales industrias que ocupan mas espacio industrial en parques y naves son el sector logístico con el 22% del pastel, seguido de retail con un 14% y en tercer lugar a la industria de alimentos y bebidas con un 10% de participación, dejando al sector de vehículos y autopartes en un 7.8% del total.

En cuanto a la procedencia de los inquilinos, para el mercado de CDMX, SiiLA México observó que, después de México, Estados Unidos es el mayor participante con un 23%, seguido de Alemania y Francia con el 7% y 4%, respectivamente. Lo anterior representa un área ocupada por empresas de alrededor de tres millones de metros cuadrados.

«Aún cuando la economía a nivel internacional y por supuesto local está pasando por un impasse creemos que no va a dejar de suceder, si bien hay mucha cautela en términos de inversión y habrá una alta demanda por naves industriales en el Bajío principalmente», destacó Carlos Alemán.

El mercado industrial de la Ciudad de México cerró el año 2019 con un crecimiento en el inventario de 559 mil m2, esto de acuerdo con el reporte del 4T elaborado por Solili. En donde se especifica que la construcción incrementó 34% con respecto al 3T 2019, alcanzando una cifra de 371.8 mil m², concentrados casi la totalidad en proyectos clase A.

Cabe mencionar que ocho propiedades clase A terminaron construcción este trimestre, agregando a inventario un total de 127.7 mil m², con proyectos en su mayoría especulativos, lo que apunta a un sector que espera continúe con dinamismo en la demanda el semestre venidero.

La zona denominada como CTT (Cuautitlán, Tultitlán y Tepotzotlán) fue la de mayor crecimiento de inventario al incorporar casi 465 mil m², tan solo de edificaciones clase A.

Durante dicho periodo destaca la llegada de nuevos desarrolladores a la ciudad, a través de la construcción de nuevos complejos especulativos. Lo que generará una mayor diversificación en la oferta y creará mayor competencia entre los desarrolladores actuales que cuentan con presencia en la ciudad.

Mientras que la vacancia se mantiene en niveles sanos, aunque supera los 490 mil m², ubicándose la mínima en Tultitlán con 0.8% y la máxima en Tepotzotlán con 6.4%, cantidad que representa un incremento de 10 puntos bases con respecto al 3T 2019 y 60 si se compara con el mismo trimestre del año anterior.

Los precios de renta promedio que han venido incrementándose en los últimos dos trimestres cierran este último periodo en $5.59 USD/m²/mes, que representa 41 centavos de dólar por encima de lo registrado al cierre del 4T 2018, creando un atractivo mercado para los inversionistas que efectuaron inversiones especulativas.

La absorción neta fue de 83.7 mil m², mientras que la absorción bruta, es decir, la actividad de arrendamiento total del mercado fue de 226 mil m², impulsada por prearrendamientos.

El inventario industrial de la capital tuvo, durante el 2019, un incremento del 5.2%, una construcción con tendencia a la baja pero con nuevos desarrollos trimestre a trimestre, un precio al alza y tasas de vacancia que rondan el 3%. También durante 2019 el inventario industrial clase A superó los 10 millones de m².

Las expectativas hacia el próximo semestre apuntan a un escenario donde los precios de renta se mueven entre la estabilidad y ajustes a la baja, en tanto que esperan seguirán los incrementos de los espacios disponibles.