Cada vez son más los profesionales de la construcción que están incorporando a sus proyectos inmobiliarios desarrollos sostenibles para satisfacer la demanda del mercado y las necesidades de la población. Estos son los 5 aspectos a tener en cuenta para quienes buscan ofrecer soluciones constructivas sostenibles.
El uso del software BIM. El Building Information Modeling (BIM) es un software que permite a los profesionales de la construcción obtener una visión integral del proyecto en sus diferentes etapas. En la etapa de planificación las características del software permiten a los diseñadores crear escenarios de costos y programación, utilizando la creatividad para lograr soluciones más sostenibles. En la etapa de construcción, en cambio, el BIM mejora la eficacia y productividad del proyecto al reducir los retrasos, al tiempo que minimiza la huella ambiental.
Adaptación a los cambios climáticos. Los cambios climáticos afectan a las inversiones inmobiliarias, que estudian factores como la susceptibilidad a los incendios forestales, las inundaciones o el aumento del nivel de mar en las regiones costeras. El cambio climático o los factores ambientales han empujado a los inversores inmobiliarios a adaptarse mediante enfoques arquitectónicos o de diseño.
Reducción del uso de energía y la emisión de carbono. Esta iniciativa se encuentra ampliamente extendida tras el Acuerdo de París, en el que se pidió a los Gobiernos mayor interés en esta propuesta medioambiental. Los promotores participan activamente en la propuesta creando planes de energía incluso antes de comenzar el proyecto, logrando así una mayor eficiencia energética y controlando la emisión de carbono.
Gestión de residuos. Las obras presentan, en todas sus fases, el problema de los residuos de construcción. La eliminación sostenible de estos residuos tiene beneficios medioambientales, especialmente si vienen acompañados de prácticas de reciclado de desechos que minimizan el nuevo consumo.
Materiales y productos ecológicos. Los materiales sostenibles cada vez son más demandados por la sociedad. Para el promotor, el gran reto es utilizarlos manteniendo el presupuesto. Muebles de bajo consumo o calentadores de agua de baja potencia pueden suponer una inversión inicial pero también un retorno rápido de la misma.
