Explorando nuevas tendencias en la construcción y activos industriales, el siguiente panel, enfocado en los pronósticos económicos en bienes raíces debido al efecto TESLA, contó con la participación de José María Garza de Silva de GP Desarrollos; Raúl Arroyo de R.E.I. Real Estate Investments; Kevin Piccolo de Seisa Energía; Sergio Resendez de Colliers; y Guillermo Almazo de Inmobiliare como moderador.
Ante la llegada de Tesla al país, José María Garza detalló que el efecto no es exclusivo del mercado inmobiliario industrial, ya que afecta a todos los sectores económicos a nivel nacional.
“Si bien es cierto que el beneficio de la inversión será importante tanto para el estado como para los colindantes, también es cierto que existe mucha especulación. Explorando nuevas tendencias en la construcción y activos industriales, sobre todo en tierra en breña”.
Hecho en el que coincidió Raúl Arroyo, al mencionar que el anunció de Tesla creó una burbuja, que también aleja a los inversionistas, debido a los altos precios de la tierra, entre otras cosas.
Por su parte, Sergio Resendez explicó que el tema sustentable, de certificaciones, infraestructura y energía, son de lo más solicitados por los clientes, por lo que cada vez se contarán con propiedades con mayor nivel de automatización.
“Hay una falta de infraestructura para poder satisfacer esa nueva demanda que se va a colocar en la entidad. Con temas de energía debería existir problema, sin embargo, el problema es que la energía se genera en un sitio diferente donde se van a instalar estas nuevas empresas y donde se va a consumir. El reto es los sistemas de distribución local”, enfatizó Kevin Piccolo.
Circunstancias como la pandemia. El encarecimiento y desabastecimiento de las materias primas. La falta de mano de obra cualificada o las mayores dificultades de financiación han marcado al sector de la construcción. Que a pesar de la incertidumbre económica continúa con previsiones de crecimiento. Estos retos pueden ser. Además, una oportunidad para acelerar ciertos cambios que ya estaban en el horizonte antes la guerra en Ucrania e incluso la expansión del COVID.
Desde el inicio de la pandemia el sector de la construcción viene encadenando obstáculos que eran imposibles de prever en 2019. A la crisis sanitaria y sus repercusiones sociales y económicas han seguido la falta de materias primas. Un conflicto bélico, la subida en el precio de los materiales y la inflación generalizada, entre otros factores.
Tras las restricciones sanitarias, el sector recuperó en 2021 el crecimiento anterior a la pandemia. Con la ejecución de 51.400 obras nuevas y una inversión de 58.001 millones de euros, un 78% más que en 2020, según datos de la consultora DoubleTrade.
Como consecuencia de la crisis sanitaria, sin embargo, en 2021 las constructoras comenzaron a sufrir el desabastecimiento de materias primas, el aumento de precios y la subida de los costes de la energía y del transporte internacional. Según la constructora ACR, los costes directos de construcción subieron un 23,5% el pasado año. Para 2022, Neinor Homes prevé un encarecimiento medio de entre el 8% y el 10% de los costes. Que han vuelto a aumentar en este año como consecuencia de enfrentamiento instigado por Rusia.
Otro reto con el que se encuentran las promotoras y constructoras, que se remonta a antes de la pandemia. Son las crecientes dificultades de financiación. Que están llevando a las compañías a explorar nuevas vías, como el crowdlending. Para este año se espera, además, una mayor concentración del sector, con el fin de obtener un mayor acceso al crédito.
Además, el sector sufre desde hace años una insuficiencia de mano de obra cualificada -y el aumento de salarios de aquellos que sí cumplen con el perfil- que se ha hecho más evidente desde el pasado año. Debido en parte al aumento de la demanda de profesionales para el sector de las reformas. En auge tras la crisis sanitaria y a raíz de los programas de ayudas de los Fondos Europeos.