La construcción es uno de los sectores más afectados por la pandemia. La cuarentena paralizó totalmente su actividad. Sin embargo, se trata de uno de las actividades productivas que ya estaba en crisis, con números en rojo mes a mes desde hace casi dos años. Ahora con la flexibilización de la cuarentena en la ciudad y la provincia comienzan a reactivarse ciertas obras en el sector privado, impulsadas por la demanda de propiedades como refugio de inversión en muchos casos. En el sector público, luego de que el gobierno santafesino alcanzó un acuerdo con las constructoras de obra pública por el pago de la deuda, se espera que en breve puedan reanudarse los proyectos que estaban en macha.
Frente a la crisis económica que desató el Covid-19 el gobierno nacional apuesta a la recuperación del empleo a través de la construcción. Se trata de un sector que es de mano de obra intensiva y que rápidamente impacta en diferentes actividades, proveedoras de insumos y servicios. Constructores y desarrolladores también esperan que la actividad se reacomode paulatinamente.
Pablo Nazar, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción Delegación Rosario, explicó que la situación de las empresas -es muy delicadas porque están con muchas deudas tomadas y a tasas muy caras-. Ante este escenario, la mayoría salió en busca de los créditos disponibles al 24 por ciento para pagar créditos viejos que tenía tasas más altas. -Se está tomando deuda nueva para pagar deuda vieja. Muchas empresas están muy complicadas porque se desfinanciaron, todos estos meses las empresas vivimos de lo que podíamos colocar en los bancos, vino la emergencia sanitaria con las medidas económicas y los ATP y veremos que pasará pero hubo una reducción tremenda el sector formal, se perdieron 10.000 puestos de trabajo en la provincia según el Ieric-, detalló respecto a la situación de las constructoras que venía arrastrando una caída de la actividad desde hace meses.
Nazar detalló que tras el cambio de gobierno en la provincia -el nivel de actividad de la obra pública ha sido 0- y la obra privada que en las grandes empresas funciona como anticíclica para algunas empresas -durante estos meses estuvo parado-. En ese sentido, destacó: -El sector venía golpeado y la pandemia fue el golpe de gracia. Pero somos optimistas y pasada la pandemia creo que todo para mejorar, más de abajo no se puede empezar. Hay muchas expectativas de es que esto se reactiva no sólo a nivel provincial sino nivel nacional-.
Desde el sector de la construcción han estado muy preocupados por pensar cómo retomar la actividad, en el día después de la cuarentena, pero como les ocurrió a muchos otros sectores económicos se encontraron con que -el sector público ha estado muy preocupado por la emergencia sanitaria y no había espacio para pensar en un futuro-, a pesar de que tanto desde el municipio como la provincia y la nación manifestaban que sí querían abordar la situación, indicó Nazar. El sector de la construcción busca que se pueda definir un plan de obras en el corto plazo.
-Pensamos en una ciudad, una provincia y un país en el que se empiecen a normalizar las recaudaciones, y empiece a registrarse un nivel de actividad, aunque creemos que eso va a demorar mucho. La construcción viene de hace más de 2 años de un nivel de actividad para abajo, negativo. Nuestro sector ya estaba complicado-, recordó el también referente de la empresa Rovial.
Nazar mencionó que, por ejemplo, -la inversión pública nacional para Santa Fe fue muy mala en los últimos 5 años y fue muy buena a nivel provincial en los últimos 5 años y también a nivel municipal-. De esta forma, dijo, -se fueron compensando un poco los números en lo público pero el privado siempre fue para abajo y eso hace que el promedio siempre diera negativo-.
En tiempos de pandemia los números fueron más críticos. En abril de 2020 el indicador sintético de la actividad de la construcción (Isac), que elabora el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) mostró una caída de 75,6 por ciento respecto de igual mes de 2019. El acumulado del primer cuatrimestre de 2020 del índice presentó una disminución de 40,2 por ciento respecto a igual período de 2019.
El 75,6 por ciento es una cifra alarmante, las bajas anteriores de la actividad habían sido del 47 por ciento en marzo con la cuarentena ya en marcha pero las caídas también se habían registrado en febrero (-22,1 por ciento) y en enero (-13,5 por ciento).
-Los pronósticos decían que el peor mes iba a ser mayo, esperemos que junio ya empiece a mejorar-, indicó Nazar.
Respecto al plan federal de obras, vivienda e infraestructura de emergencia -Argentina construye- que lanzó el gobierno nacional para generar 750.000 puestos nuevos de trabajo, con una inversión de 28.000 millones de pesos y que prevé articular las obras con los gobiernos provinciales y municipales, el titular de la cámara dio que el programa está más centrado en remodelaciones y ampliaciones y pequeñas obras y no es un plan de reactivación a nivel de la obra pública.
-Hay mucha expectativa sobre eso, en las reuniones que mantuvo la cámara de la construcción con el presidente Alberto Fernández en varias oportunidades en el marco de la emergencia se habló mucho de que para el gobierno era muy importante el papel que iba a tener la construcción tanto pública como privada en la pandemia. Se habló del gran impulso que querían darle la economía era través de la construcción pero todavía eso no llegó-, indicó al tiempo que reconoció que por la apertura de la actividad que se viene registrando en Rosario se prevé que comience a vislumbrarse un aumento en los insumos para el sector.
Las obras privadas permanecieron paralizadas desde el comienzo de la cuarentena, hasta que el 7 de mayo el gobierno provincial las autorizó en el Gran Rosario y Gran Santa Fe con un tope de 5 obreros y ahora se permiten hasta a un máximo de 10 en ambos aglomerados, con la posibilidad de ampliarse la previa autorización del gobierno local.
“La expectativa es de mejora, arrancamos desde muy abajo, ahora lo que tiene que ayudar es la macroeconomía que viene alicaída y hay que ver cómo reacciona. Va a ser difícil volver a números como por ejemplo los del 2011”, mencionó Nazar.
Un tema que puso en vilo a las constructoras de la provincia tiene que ver con la deuda por la obra pública que quedó pendiente de la anterior gestión. En el marco de la pandemia finalmente se llegó a un acuerdo de pago. El titular de la delegación Rosario de la cámara explicó que “la provincia propuso una forma de pago que no era sometida a debate ante esta situación” pero aclaró que en las reuniones de trabajo se logró mejorar esos instrumentos de pago. “La propuesta era un pago en efectivo a los proveedores con deudas menores a $5 millones y nosotros intentamos que fuera un poco más el nivel alcanzado pero nos dijeron que no había posibilidad presupuestaria. Después un 25% del monto consolidados es con cheques de pago diferido que tomarían la deuda a valor nominal y se aplicaba a los vencimientos febrero, marzo, mayo, junio de 2021 cosa que nos pareció que era una quita enorme.
Era muy lejos y no tenía intereses. Pedimos que empezarán a pagar este año y que sumarán dos cuotas más para este año, 6 en lugar de 4, y que le pusieran intereses. Finalmente logramos que intereses con la tasa Badlar que convenimos el 3 de junio, el día que llegamos a un acuerdo, y dio un 29%. Pero nos dijeron que no podían hacer ningún tipo de erogación durante este ejercicio, este año, que tenía que hacer todo a partir del 2021”, detalló Nazar.
En resumen, se acordó con el gobierno santafesino el pago de la deuda de las empresas cuyo monto no superen los 5 millones de pesos y a las deudas superiores a 5 millones de pesos se les abonará el 75% con bonos y el 25% restante con cheques de pago diferido. Los bonos podrán ser inscriptos en los mercados de valores y utilizarse para garantía de mantenimiento de ofertas, garantía de contratos y garantía de fondos de reparo si así lo establece el pliego de bases y condiciones. Como también se permitirá el uso de los mismos para pago de deudas impositivas. Además, el gobierno provincial dijo que se efectuará en lo inmediato el pago de la deuda que no ha entrado en la consolidación y los certificados de obra de este año.