El “hágalo usted mismo” puede ser en muchos casos la opción perfecta para ahorrar gastos, pero tiene sus limitantes. El diseño y la construcción de una casa es uno de esos procesos en los que no debería prescindirse de un profesional.
Y es que invertir en la asesoría de un experto siempre será mejor que tener inconvenientes por errores durante el proceso de construcción o por incumplir algún reglamento de urbanismo.
Ernesto Ruiz Carreón, presidente del Colegio de Arquitectos de la Ciudad de Hermosillo, explica que algunas normas y reglamentos se actualizan con frecuencia y es importante tenerlo en cuenta a la hora de iniciar una construcción o incluso hacer una remodelación.
“Si vas a construir más de ciertos metros cuadrados, necesitas hacer cierta tramitología; si vas a construir una ampliación en un segundo nivel, tienes que cumplir con ciertos requisitos. Esa información la tenemos los profesionistas, los que estamos en este medio y nos estamos capacitando constantemente”, comenta.
¿Qué diferencia puede hacer un experto en un proyecto para vivienda? La red online de profesionistas Homify indica que un arquitecto, por ejemplo, puede asesorar desde la orientación de la construcción en un terreno hasta dónde es más conveniente colocar los baños.
Sugerir en dónde debe construirse la escalera si se trata de una ampliación a segundo piso y proyectar las dimensiones para optimizar los espacios son otros grandes detalles para los que debería recurrirse a un profesional, señala el sitio web.
Ruiz Carreón añade que, como en muchas otras áreas, la construcción y el diseño requieren un trabajo multidisciplinario entre arquitectos, ingenieros civiles y expertos en protección civil para dar los mejores resultados.
“Parte de la profesión de nosotros como arquitectos es ofrecer o dar respuesta a nuestros clientes sobre sus necesidades específicas, y no hablo nada más de necesidades espaciales, sino también de acuerdo con sus capacidades económicas”, añade Ruiz Carreón.
Ocho errores comunes que cometes al construir una casa:
• Levantar muchas paredes.
• Poner la cocina como pasillo entre dos habitaciones.
• O diseñar una cocina en U demasiado estrecha.
• Construir una escalera con ángulo peligroso o con dimensiones muy chicas.
• Combinar en la fachada materiales que no se ven bien.
• Dejar poca ventilación o iluminación en el baño.
• Instalar puertas estrechas.
• Crear pasillos largos y oscuros.