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Para 2020 el sector inmobiliario en general podría experimentar un escenario positivo, principalmente para el segmento de oficinas y naves industriales, revela José Carlos Alemán, CEO de la plataforma de análisis SiiLA México.

En reunión con medios, para dar a conocer los avances y las perspectivas de la industria, de cara el próximo año, el directivo señaló que este escenario es favorable debido a que los inversionistas han apostado por adquisiciones a largo plazo y el comercio electrónico ha ido cada vez en auge.

Además, mencionó tendencias de cada uno de los activos, como bodegas multinivel en el caso de industrial, y los espacios compartidos o coworking en el caso del mercado de oficinas, que han cambiado la dinámica en varias regiones del país.

Alta disponibilidad en la capital

El directivo de la plataforma inmobiliaria analizó lo que sucede en el mercado de oficinas de la Ciudad de México, donde la tasa de disponibilidad registrada en promedio es de 15% en todo el mercado, mismo que ha presentado una absorción neta negativa de los metros cuadrados de nuevo inventario, durante 2019.

Sin embargo, aclaró que en el caso del CBD (Central Business District) de la ciudad, el cual incluye Reforma, Polanco y Lomas Palmas, las tasas de disponibilidad son mucho menores, y los precios oscilan entre los 28 dólares por m².

José Carlos Alemán mencionó que la Inversión Extranjera Directa (IED) puede influir en la demanda de este tipo de activos, ya que existe la posibilidad de que ciertos inquilinos extranjeros requieran rentar espacios de oficinas en la capital mexicana.

Menor riesgo en sector industrial

Por otro lado, el especialista realizó el mismo ejercicio para el mercado industrial de la Ciudad de México, para el cual la tasa de disponibilidad es de 3%, siendo este un activo mucho más atractivo y menos riesgoso para los inversionistas, aseguró.

El CEO de SiiLA México comentó que el crecimiento progresivo del sector de E-commerce, así como el aumento poblacional, podrían influir positivamente en el comportamiento del mercado industrial.

Durante el periodo enero-abril del año en curso, en actividades industriales el Bajío. La frontera norte presentó su mejor resultado en los últimos tres años y el sur-sureste fue la región con la disminución más pronunciada.

Según analistas, este comportamiento derivó de las políticas del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, como el programa de zona libre que detonó a la franja fronteriza, la falta de proyectos a corto plazo en el sur-sureste y la ausencia del Bajío en el Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2019-2024.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en los primeros cuatro meses del 2019, la actividad industrial del Bajío, que se integra por Guanajuato, Aguascalientes, Querétaro y San Luis Potosí, descendió 2.3% a tasa anual, la primera variación negativa desde igual periodo del 2009 (8.5%), año de la crisis económica y financiera.

Sin embargo, destaca que el territorio queretano fue la excepción, al presentar un crecimiento anual (3.2 por ciento).

La actividad industrial se compone por cuatro sectores: manufactura, construcción, minería y generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final.

Para Héctor Magaña Rodríguez, coordinador del Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tecnológico de Monterrey, la falta de proyectos federales afectó la industria del Bajío.

“La autoridad federal tiene que ver mucho con estos resultados para el Bajío y su pérdida de dinamismo. Por ejemplo, la política de austeridad en los primeros meses del año congeló la industria constructora en el país, no se bajaron recursos para obra pública. También en la actual política de desarrollo económico federal no se contempló el crecimiento de todas las regiones”, explicó.

En ese sentido, el especialista puso como ejemplo el caso de la zona libre, con incentivos fiscales para la frontera norte, que ha provocado que las inversiones se alejen del Bajío y de otras entidades.

“También tenemos el hecho de que a inicios del año se presentó una parálisis en las industrias manufactureras del Bajío, por el desabasto de gasolina no se podían transportar materiales. De igual forma, la toma de vías férreas afectó”, aseguró.

“El sector automotriz también se está debilitando a nivel mundial, ya sea por la apuesta a las nuevas tecnologías y a la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Que esta industria se esté debilitando está provocando que la región del Bajío pierda dinamismo”, dijo.

Humberto Banda Ortiz, académico de la Universidad Autónoma de Querétaro, coincidió en que el proyecto de desarrollo económico del gobierno federal está mermando a la región; “no se le otorgan incentivos fiscales ni hay proyectos de infraestructura”.

“Los resultados que se están presentando por parte de la región Bajío deben hacernos reflexionar y pedirle al gobierno federal un nuevo rumbo. Se debe hacerle saber a las autoridades federales que ellos también necesitan programas de incentivos fiscales o, en dado caso, reforzar los ya existentes. De igual forma, urge reactivar el sector de la construcción; si bien el Bajío cuenta con buenas vías de comunicación, necesitan ampliar su red”, sostuvo.

Otro punto que se debe resaltar, acotó Banda Ortiz, es que la autoridad federal debe otorgar un clima de certidumbre para las inversiones nacionales e internacionales.

“Actualmente, las inversiones se encuentran detenidas no solamente por la cancelación de proyectos federales o por un débil crecimiento económico, como el aeropuerto en Texcoco o las Zonas Económicas Especiales, también es por el hecho de que la relación con Estados Unidos no ha sido buena”, indicó.

Es importante mencionar que la conformación de la Alianza Centro-Bajío-Occidente (integrada por Aguascalientes, Guanajuato, Jalisco, Querétaro y San Luis Potosí) es percibida como un componente positivo que podría detonar la economía regional mediante la creación de una plataforma de atracción de inversiones, en torno al complejo panorama económico que viven ciertas ramas productivas.

¿Beneficiados?

En los primeros cuatro meses del año, el sur-sureste fue la región que mostró la disminución más pronunciada del país en las actividades industriales, con una tasa anual de 3.9%, el peor nivel en cuatro años.

Jorge Antonio Acosta Cázares, catedrático de la Universidad Veracruzana, reiteró que la falta de proyectos federales a corto plazo ha causado este comportamiento.

Afirmó que en el PND el sur-sureste está considerado con dos grandes proyectos regionales: Tren Maya (que abarcará Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo) y Corredor Transístmico (considera Veracruz y Oaxaca); además de la refinería de Dos Bocas.

“Sin embargo, la autoridad federal, así como los gobiernos locales olvidaron los proyectos de reactivación económica de corto plazo. No se buscaron inversiones, no se desarrolló infraestructura, prácticamente se sigue en una parálisis económica histórica”, enunció.

“Lo que más agudiza esta caída es que el clima de incertidumbre nacional. La economía está sufriendo una desaceleración y ante esto el sur-sureste, por ser una región débil, se ve más afectada”, agregó.

Acosta Cázares señaló que otro factor que se debe destacar es que desde la llegada de la nueva administración federal, el sur-sureste tuvo una dinámica diferente para desarrollar obras públicas.

“Hay casos en donde el gobierno federal le dio de manera directa los recursos a los ciudadanos para desarrollar caminos y esto provocó que las empresas privadas no pudieran participar en la construcción de obra pública. Aquí esto se debe revisar porque no se generó empleo y tampoco se está garantizando que la obra se haga. Esta industria se vio doblemente afectada”, añadió.

En lo que va de la presente administración estatal, encabezada por Francisco Domínguez Servién, la infraestructura hotelera se ha incrementado 54 por ciento, lo que hace patente la apuesta y confianza de la iniciativa privada por el potencial turístico de la entidad.

De acuerdo con datos de la Secretaría de Turismo estatal, entre 2015 y noviembre de 2019 el número de hoteles en el estado pasó de 365 establecimientos de hospedaje al cierre del año 2015 a 564 en la actualidad.

El estado cuenta con poco más de 16 mil 400 habitaciones disponibles, lo que representa un incremento un 23 por ciento desde el 2015, cuando el estado tenía 13 mil 270 habitaciones.

Tan sólo en el año que concluye se ha registrado la entrada en operación de 15 hoteles nuevos que agregaron 558 habitaciones a la infraestructura hotelera estatal.

Esa confianza se traduce en importantes inversiones en el sector turístico de la entidad, pues se calcula que se requiere cerca de un millón de pesos para la construcción de una habitación de un hotel de 5 estrellas.

Aun con este crecimiento, los promedios de ocupación hotelera en Querétaro se han mantenido en cerca del 55 por ciento, mientras que en la ciudad capital el promedio supera el 60 por ciento.

Frente al entorno de incertidumbre que vivió la economía nacional, durante el presente año se observa un aumento en el número de proyectos concretados en Querétaro, así como del monto de inversiones, aunque una reducción en el total de plazas laborales.

De acuerdo con la Secretaría de Desarrollo Sustentable (Sedesu), actualmente la entidad cuenta con una cartera de 31 proyectos de inversión: 22 corresponden a nuevas inversiones y nueve ampliaciones.

Las intenciones de inversión representan capitales por 7,665.8 millones de pesos e implican la creación de 9,362 empleos, precisó el titular de la Sedesu, Marco Antonio Del Prete Tercero.

Durante el año en curso se registraron 37 proyectos, por 7,353 millones de pesos y la generación de 7,491 empleos. Mientras que en el 2018, la secretaría reporta 32 proyectos, cuyas inversiones sumaron 5,300 millones de pesos y 14,029 nuevos empleos.

“Rebasamos el número de proyectos, rebasamos el monto de inversión y en número de empleos nos mantuvimos por decirlo así”, detalló el secretario.

Las inversiones del 2019 fueron mayormente de capital nacional, con 11 proyectos; en seguida, ocho proyectos más de Estados Unidos, cuatro de Japón, tres de Canadá y dos de Alemania, entre otros.

La industria automotriz es el sector con más inversiones, además de las industrias de alimentos y bebidas, aeronáutica, tecnologías de información, entre otros.

Los destinos que más atraen proyectos de inversión son El Marqués, Querétaro y Colón, precisó Del Prete Tercero.

Entre los proyectos concretados este año, sobresale la incorporación de Pedro Escobedo entre los municipios receptores de inversión, destino que captó dos instalaciones de capitales.

Con ello, se genera una mayor sinergia del corredor industrial que conecta al municipio de San Juan del Río con la zona metropolitana del estado, ya que Pedro Escobedo se ubica entre estos dos puntos del estado.

“Vale la pena resaltar que en el municipio de Pedro Escobedo, que no aparecía con anterioridad (en los registros de proyectos de inversión), ya aparecen dos proyectos en el municipio y eso se vuelve noticia para Pedro Escobedo, porque de alguna manera se cortaba este corredor industrial y ya con la instalación de estas dos empresas se genera una continuidad desde Corregidora hasta San Juan del Río”, contextualizó Marco Antonio Del Prete.

En paralelo a la formalización de proyectos de inversión, durante el 2019 se propiciaron 6,500 citas de negocios, por medio de los eventos coordinados por la Dirección de Atención a Pymes y la Dirección de Desarrollo Empresarial, de la Sedesu.

Entre los eventos que se efectuaron destaca la Expo Encuentro Industrial y Comercial, el Foro de proveeduría de materiales indirectos, el Encuentro Empresarial para la Integración de Cadenas Productivas, que también coordinó la Secretaría de Economía, etcétera.

Los destinos

Querétaro lidera la lista de los cinco destinos predilectos para invertir en el país, según el último estudio “Perspectivas de alta dirección en México 2019”, de la consultoría KPMG.

El documento detalla que Querétaro reportó un porcentaje de preferencia de 33%, que representa un aumento porcentual en relación con 28% de preferencia que se mostró en el 2018.

A Querétaro le siguieron Guanajuato (28%), Nuevo León (25%), Jalisco (22%) y el Estado de México (21 por ciento).